A finales de septiembre, el presidente Putin había intensificado su retórica nuclear y antioccidental, hablando de utilizar todos los medios a su alcance para proteger a Rusia y las tierras ucranianas ocupadas que había anexado. «Esto no es un engaño», dijo acusando a Occidente de desatar el chantaje nuclear y alardear de que las armas rusas eran más modernas que cualquiera en el arsenal de la OTAN (BBC, 2022).

Frente a esto, nos podemos enfrentar a diversos escenarios:

1. Continuación de las tensiones nucleares

En este escenario, podríamos entrar a un terreno similar al de la Guerra Fría donde el eje primordial fue la dialéctica nuclear, es decir, la rivalidad por el dominio basado en la superioridad atómica.

Luego de diversos escenarios como la crisis de los misiles de Cuba y el temor sobre la destrucción de la vida en la Tierra, se inició un nuevo periodo de coexistencia pacífica marcada por una distensión entre Estados Unidos y la URSS, reduciendo la tensión militar y el comienzo del desarme. Se llegó a una paridad nuclear que fomentó la creencia en un conflicto estable.

En esta situación, podríamos empezar a escuchar un discurso desde el Kremlin basado en la amenaza nuclear para detener los envíos de armamentos y ayuda humanitaria a Ucrania y así lograr detener el avance de las tropas ucranianas hacia los territorios ocupados.

Por primera vez desde la crisis de los misiles en Cuba, tenemos una amenaza directa del uso de un arma nuclear”, advirtió Biden durante unas declaraciones en una recaudación de fondos demócrata en Nueva York (CNN, 2022). Luego de estos comentarios, fuentes de la administración enfatizaron que no hay claras señales que muestren sobre el avance de la capacidad nuclear. Las tensiones sobre Ucrania significan que habrá cada vez más aumento sobre el control ruso monitoreando sus activos nucleares.

Por su parte, la OTAN está realizando ejercicios nucleares anuales planificados desde hace mucho tiempo en el noroeste de Europa. Moscú también está listo para realizar sus propios ejercicios nucleares (RFI, 2022).

2. Retirada de las tropas rusas del territorio ucraniano

Las tropas ucranianas volvieron a entrar en la ciudad sureña de Kherson el viernes 11 de noviembre después de casi nueve meses de ocupación rusa. La ciudad fue un eslabón clave en el esfuerzo de Rusia por controlar la costa sur a lo largo del Mar Negro.

Es difícil hacer un seguimiento de las bajas rusas y ucranianas porque Rusia y Ucrania tienen el incentivo de ocultar esos números.

La moral rusa está en su punto más bajo, según los informes. Por supuesto, este no es el único problema de Rusia, pero no obstante es un problema. Casi desde el momento en que comenzaron las operaciones militares, el ejército ruso sufría de baja moral.

Por el contrario, Ucrania se ganó el apoyo de las grandes potencias occidentales brindándole equipamiento militar, aviones y tanques de última tecnología reduciendo casi al mínimo las asimetrías con Rusia.

Como resultado de la interrupción de los suministros rusos, Europa ya se está preparando para un duro invierno, que se verá agravado por la escasez de energía. Además, esta situación puede provocar un cambio significativo en la opinión pública europea en contra de mantener el apoyo a Ucrania.

Existe una preocupación genuina de que la gente sobreestima la capacidad de éxito de Ucrania en su objetivo de recuperar la tierra incautada por Rusia. La operación ofensiva en el Este sigue teniendo mucho éxito.

Sin embargo, el elemento sorpresa jugó un papel importante en el éxito de esa ofensiva, y es poco probable que se pueda volver a lograr el mismo nivel de sorpresa táctica (UKdj, 2022).

Turquía, ha tratado de trazar una delgada línea entre las partes en conflicto y está comprometida a buscar conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania. “Estamos trabajando en cómo crear un corredor de paz aquí, como teníamos el corredor de granos. Creemos que la mejor manera de hacerlo es un camino del diálogo a la paz”, dijo Erdogan, y agregó que la opinión de Ucrania sería importante (Euronews, 2022).

3. Riesgo de bombardeos nucleares de Rusia que conlleve a la rendición de Ucrania

Putin se puede ver cada vez más acorralado frente a los avances ucranianos y sumando incontables pérdidas militares, podría elegir la opción de usar recursos extraordinarios para frenar la escalada y utilizar bombas nucleares a infraestructura crítica, ciudades o algunos objetivos militares, entrando en un escenario de riesgo absoluto. Las pérdidas humanas y materiales serían irreparables para Ucrania decidiendo ceder los territorios que Rusia reivindica como propios y dar por finalizados los enfrentamientos comenzados en febrero.

Podría usar armas nucleares tácticas que tienen una carga útil más pequeña y una orientación más precisa, lo que las hace apropiadas para el uso en el campo de batalla. Rusia tiene alrededor de dos mil armas nucleares tácticas que podría desplegar por avión, misil o barco. En un caso hipotético, Rusia podría apuntar a las fuerzas ucranianas en Lugansk cerca de la línea Troitske-Svatove-Kreminna para evitar que las fuerzas rusas tengan que retirarse, como lo hicieron en Kherson. Un ataque nuclear podría debilitar a esas fuerzas ucranianas y crear una tierra de nadie inhabitable que haría que Ucrania se lo pensara dos veces antes de avanzar antes o durante el invierno (CFR, 2022).

En esta hipótesis, la OTAN decide no sumarse al conflicto ya que se enfrentan dos partes llevando al riesgo de destrucción masiva al extremo debido a que cuentan con la capacidad nuclear de destruir todo lo que conocemos, por lo tanto le ceden espacio a Rusia dejándole el terreno para que los sueños de Putin de reconstruir la antigua Unión Soviética sigan de pie, pero a su vez, aumentando el riesgo de reivindicación de distintos separatistas como en Moldavia, despertando nuevos focos de conflictos.

4. Riesgo de bombardeos nucleares de Rusia con una respuesta de la OTAN

El secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, dijo que habría «graves consecuencias» si Rusia usa un arma nuclear táctica en el campo de batalla en Ucrania. A partir de esto, entramos en la hipótesis más peligrosa de todas, el uso de armas nucleares por parte de Rusia y con una respuesta de la OTAN. Ambas partes tienen todos los medios materiales para llevar a cabo una ofensiva nuclear que amenace con la existencia del mundo tal y como lo conocemos hoy. Los riesgos son gigantes, tanto humanos, ecológicos, materiales y económicos. No solo tendría efectos sobre los territorios disputados, sino que provocaría una guerra nuclear a gran escala entre los EE. UU. y Rusia que provocaría la destrucción de los sistemas alimentarios mundiales y más de 5 mil millones de personas morirían de hambre (Open Access Government, 2022), entre otras repercusiones que analizaremos más adelante

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