El país importa 30% del gasoil que consume y los precios internacionales se dispararon, mientras que en el mercado doméstico están más bajos. Cada vez es mayor la brecha entre los precios de los combustibles internacionales y los locales, esto provoca un gran desabastecimiento en el país sobre todo en esta época del año, cuando está en su máxima actividad la cosecha del campo.

 

En la Argentina, el mercado de nafta y gasoil no está regulado, como ocurre con las tarifas de gas y electricidad, pero todos los gobiernos inciden en los precios a través de YPF, la empresa privada con control estatal, que abastece al 55% de las estaciones de servicio. En los últimos años, la política de la compañía fue retrasar los aumentos de precios necesarios, lo que generó la diferencia de valores con la cotización internacional. Esta acción disparó dos efectos que explican el desabastecimiento: que haya menos oferta de gasoil y que se incremente la demanda de los ciudadanos de países vecinos, que cruzan la frontera para conseguir combustible más barato.

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