Ante la incapacidad para elaborar un plan económico, las autoridades toman medidas cortoplacistas que restringen y complican aún más el panorama. Durante la semana pasada, el BCRA se vio obligado a vender reservas para controlar el dólar mayorista, por lo que decidió restringir aún más el acceso al mercado oficial. Estas medidas generaron un nuevo foco de tensión entre las autoridades y el campo, debido que, a partir de ahora, el sector agrícola deberá pagar sus importaciones a precio del dólar CCL ($113), y vender a precio oficial ($68/70), sumado a las restricciones previas que ya tenían. Al mismo tiempo, la pandemia generó efectos extremadamente negativos en el comercio mundial y la actividad argentina, no fue la excepción. El intercambio comercial de abril, el otro medio para obtener dólares genuinos cayó un 23,8% interanual y acumula u$d 7247 millones en los primeros 4 meses del año. En este sentido, teniendo en cuenta que la actividad comercial tardará un tiempo para recuperarse por el contexto global y el local (con una cuarentena que se extiende en el tiempo), sería fundamental que las autoridades intenten encontrar el rumbo económico a la mayor brevedad para reencaminar la actividad en el país.

En cuanto a la deuda, el Gobierno mejoró la oferta y todo parece indicar que extenderá el plazo de negociación más allá del 2 de junio (¡por fin una buena!). La decisión generó un salto de hasta un 40% en los bonos argentinos en dólares por el optimismo sobre la posibilidad de que la Argentina evite entrar en default. Será fundamental para poder empezar a pensar en una recuperación, aunque ésta suceda algún día, ó el día después, ó el día después del día después, ó durante esta década…ó…