Seguimos con preocupación la fuerte polarización de la política en el mundo. En estos días asistimos a controvertidas declaraciones pronazis del presidente de Hungría Vikto Orban hablando de pureza racial, en un peligroso cocktail de política, sociología, religión y geografía, que nos traslada tristemente a unos 85 años atrás. Hace tiempo que estamos escuchando este tipo de discursos, y la tendencia parece creciente.

Por otro lado, tras la crisis política que derivó en la pérdida del voto de confianza y la consiguiente renuncia de Mario Draghi en Italia, el consenso parece indicar que la ultraderechista Giorgia Meloni, líder del movimiento Fratelli D’Italia, se podría convertir en primer ministro. Claramente éstos eventos reafirman un proceso de polarización donde los extremos ganan en las preferencias de los electores. Las elecciones en Perú, Chile, EEUU, y las proyecciones en Brasil, entre otras, parecerían brindar una confirmación empírica de esta tendencia.

Por otro lado, en Sri Lanka, cientos de manifestantes salieron a las calles en protesta por la situación económica del país, obligando al presidente Gotabaya Rajapaksa a renunciar y escaparse. Los manifestantes tomaron el palacio presidencial, lo que obligó al nuevo presidente Ranil Wickremesighe a mandar tropas para liberarlo. El desafío será el de lograr hacer los ajustes necesarios para ordenar la economía en medio de una situación social muy deteriorada.

Tipo de Riesgo: Político

 

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