Eduardo Obejero

El mercado accionario americano parece subestimar la curva de contagios de Covid-19 y sus consecuencias, completando una asombrosa e inesperada «recuperación en V»: desde sus mínimos en la cuarta semana de marzo, el Dow Jones rebotó 39%, recuperando el 92% de la caída desde sus máximos registrados en la tercera semana de febrero;  el S&P subió casi 41% respecto de la caída de casi el 34%, recuperando el 93%; y el NASDAQ recuperó 51%, de una caída de 30%, mostrando un 5,4% de crecimiento desde sus máximos. Estos comportamientos no han estado exentos de una alta volatilidad en los precios.

La inesperada performance desde su derrumbe parece alimentarse de los recientes datos de actividad económica y empleo (4,8 millones de nuevos empleos en junio, contra los 3,0 millones esperados), como así también de los estímulos fiscales y monetarios récord, no atendiendo las bajas expectativas de recuperación de la ganancia por acción de las cotizantes y los consecuentes altos múltiplos precio/ganancia y precio/EBITDA a los que se negocian los papeles. Los alentadores avances médicos con 13 vacunas en ensayo con humanos también contribuyen a la actual tendencia alcista.

Comparando la actual resurrección del mercado con la registrada en el último gran derrumbe causado por la crisis de los activos tóxicos hipotecarios en marzo de 2009, se registraron las siguientes evoluciones, siempre respecto de los mínimos alcanzados en dicha fecha: el Dow Jones recuperó 60% en el primer año, 96% en el tercero, y 146% a los cinco años; el S&P rebotó 55% el primer año, 86% en el tercero y 154% en el quinto año; y el NASDAQ creció 58% el primer año, 111% en el tercero y 209% en el quinto año.

Por lo expuesto, y sin dejar de lado los ciclos de la economía americana, las tensiones geopolíticas, las burbujas en las valuaciones bursátiles, y las tomas de ganancias propias de la dinámica del mercado, podríamos inferir que el inversor confía en que EEUU cuenta con la capacidad de recuperarse y hasta superarse de las crisis profundas e inesperadas que golpean su economía y el valor de sus activos financieros.