Síntesis:

  • Los temores por los rebrotes del COVID-19 que se están dando en China, algunos estados de EE. UU, Alemania y otros países, les pusieron un freno a las expectativas de una rápida recuperación económica global.
  • La bolsa de Wall Street terminó la semana con ligeras caídas, aunque en el conjunto semanal subió más de un 1%: el Dow Jones avanzó un 1,04% en la semana, el S&P 500 subió un 1,86% y el Nasdaq 100 se mantuvo cerca de sus máximos históricos.
  • Los precios del petróleo mantuvieron la tendencia alcista y continuaron con su recuperación al registrar un avance del 9% durante la semana pasada.
  • El euro registró un retroceso semanal del 0,6% para cerrar en los u$d 1,119, perjudicado por la preocupación de nuevos brotes del coronavirus.
  • La incertidumbre por la falta de avances concretos en las negociaciones para la reestructuración de la deuda y la creciente posibilidad de un nuevo default, impulsaron una suba de los tipos de cambio implícitos a pesar de las restricciones oficiales.
  • Al cierre de la semana, las expectativas de que las negociaciones se encaminen y que se confirmara una nueva prórroga para las discusiones, la bolsa porteña y los bonos se recuperaron impulsados por las compras especulativas.
  • Tras recibir varias críticas, el Gobierno puso en «segundo plano» la idea de expropiar Vicentin (por ahora) y apoyaría la propuesta de Omar Perotti, Gobernador de Santa Fe, de realizar una intervención mixta.
  • El Gobierno decidió extender hasta el 24 de julio la fecha límite para alcanzar un acuerdo con los bonistas.
  • La Bolsa de Cereales dio por finalizada la cosecha de soja, que alcanzará una producción total de 49,6 millones de toneladas, y por primera vez en 20 años, será menor a la campaña de maíz. 

Contexto Internacional

Wall Street.  Los temores por los rebrotes del COVID-19 que se están dando en China, algunos estados de EE. UU, Alemania y otros países, redujeron las expectativas de una rápida recuperación económica global. Asimismo, el riesgo de que vuelva el confinamiento en el caso de que los contagios vuelvan a aparecer, pusieron un freno a las bolsas globales. En este sentido, la bolsa de Wall Street terminó la semana con ligeras caídas, aunque en el conjunto semanal subió más de un 1%: el Dow Jones avanzó un 1,04% en la semana, con lo que acumula una pérdida del 9,3% en lo que va del año; el S&P 500 subió un 1,86% y quedó a un 4,11% de ponerse en positivo en el año; y por último, el Nasdaq 100 ganó un 3,6% en los últimos cinco días y se mantuvo cerca de sus máximos. A pesar de la baja del viernes, la bolsa estadounidense mantuvo la tendencia alcista que registra desde fines de marzo, impulsada por señales de una reactivación de la economía y las medidas de apoyo de las autoridades. Sin embargo, lo que suceda en las próximas semanas, podría torcer el rumbo alcista dependiendo de que se registren nuevamente, importantes  incrementos de casos de coronavirus. 

(Ver gráficos “S&P 500” y “Dow Jones Industrial Average”).

     

Petróleo y Divisas. Los precios del petróleo mantuvieron la tendencia alcista y continuaron con su recuperación. En primer lugar, el precio del barril Brent, crudo de referencia europeo, finalizó la semana con una suba diaria del 1,7% hasta los u$d 42,2 por barril. En el conjunto semanal, avanzó un 9% y redujo la caída anual al 36%. Al mismo tiempo, el precio de los futuros del West Texas aumentó un 2,2% el viernes y un 9,1% en la semana, con lo que acumulan una caída del 35% en lo que va del 2020.  En cuanto al oro, el metal finalizó la semana en alza en los u$d 1747 por onza, lo que lo dejó muy cerca de su máximo anual (u$d 1756). Por último, el euro registró un retroceso semanal del 0,6% para cerrar en los u$d 1,119, perjudicado por la preocupación de nuevos brotes del coronavirus que redujo el optimismo que había por una posible recuperación económica.

(Ver gráfico “Eur/Usd).

Mercado de Cambios Local

Tipo de Cambio. La incertidumbre por la falta de avances concretos en las negociaciones para la reestructuración de la deuda y la creciente posibilidad de un nuevo default, impulsaron una suba de los tipos de cambio implícitos a pesar de las restricciones oficiales. El dólar contado con liquidación registró un aumento del 0,7% en los últimos cinco días para cerrar en los $110. Paralelamente, el dólar MEP avanzó un 2,8% en la semana hasta los $109,53, en lo que fue su mayor suba semanal en el último mes. Así, las brechas con la cotización mayorista terminaron la semana en 57,6% y 56,9% respectivamente. A lo largo de la semana, las cotizaciones del CCL y el MEP acumularon una racha negativa y avanzaron por un panorama incierto respecto a las negociaciones entre el Gobierno y los acreedores. En el mercado oficial, el dólar turista (que incluye el 30% adicional por el impuesto país) finalizó la semana en los $95, al mismo tiempo que la divisa mayorista cerraba la semana a $69,80 tras cuatro jornadas consecutivas a la suba. Por último, el dólar blue avanzó $2 en la semana para terminar a $128, y la brecha con el mayorista se ubicó a 83,4%. De esta manera, el billete informal parece haber registrado cierta estabilidad entre los $124 y $128, aunque en los últimos 3 meses acumula un avance de $42,50 en medio de la cuarentena obligatoria y un mercado oficial con fuertes restricciones cambiarias. 

(Ver gráficos “Tipos de Cambio” y “ITCRM”).

Bolsa Porteña. Durante la semana pasada, las acciones y los bonos argentinos se vieron perjudicados por las complicaciones en el marco de las negociaciones de la deuda argentina. El jueves, los activos argentinos se desplomaron hasta un 14% debido a un aumento de las tensiones en las negociaciones, luego de que ambas partes se mostraran inflexibles respecto a sus propuestas. Al mismo tiempo, el riesgo país registraba su máximo en tres semanas, mientras los bonos sufrían caídas de hasta un 7%. Al cierre de la semana, las expectativas de que las negociaciones se encaminen y que se confirmara una nueva prórroga para las discusiones, la bolsa porteña y los bonos se recuperaron impulsados por las compras especulativas. En este sentido, el Índice S&P Merval repuntó un 7,1% y finalizó por encima de las 40.000 unidades tras haber perdido un 6% en la sesión del jueves. Por lo visto, los mercados no descartan que Argentina pueda alcanzar un acuerdo debido a que el país debería tener margen para aumentar los cupones y cerrar la brecha con el principal grupo de bonistas, por lo que consideran el final abierto. Asimismo, el presidente Alberto Fernández remarcó que su objetivo es evitar el default y está “confiado” con que ambas partes encuentren un punto de acuerdo. Por su lado, los principales bonos en dólares avanzaron más de un 8%, mientras el riesgo país retrocedía un 2,4% el viernes para terminar la semana en los 2541 puntos básicos.

(Ver gráficos “S&P Merval” y “Riesgo País”).

 

Panorama Económico Interno

Deuda Argentina. En un capítulo más de la deuda argentina, el Gobierno decidió extender hasta el 24 de julio la fecha límite para alcanzar un acuerdo con los bonistas. En las últimas semanas, ambas partes habían acercado sus posiciones y había aumentado las expectativas sobre la posibilidad de que Argentina consiga un canje que le permita evitar el default. Sin embargo, durante la semana pasada, las negociaciones se complicaron y las tensiones entre las dos partes aumentaron. Desde el lado de los acreedores, la situación más compleja se mantiene con el grupo AdHoc, al cual pertenece BlackRock (el fondo de inversión más alto del mundo), que, al cierre de la semana, manifestó su “decepción con la decisión de Argentina de terminar el diálogo con sus acreedores en lo que es claramente una coyuntura crítica”. La declaración aumentó los temores sobre la creciente posibilidad de un default, aunque el grupo aclaró que siguen dispuestos a “participar en las conversaciones de manera constructiva”, reconociendo que el acuerdo no está lejos. 

Con esta última extensión, los resultados de la negociación se conocerán el 27 de julio y la fecha de ejecución sería el 30 de julio próximo, salvo que haya una nueva prórroga o que se finalice antes del plazo límite. 

Cosecha. La Bolsa de Cereales dio por finalizada la cosecha de soja, que alcanzará una producción total de 49,6 millones de toneladas. La entidad comunicó que la cosecha sojera ya cubrió el 99,6% del área apta, mientras que el avance de la trilla del maíz se ubica en 61%. En este marco, las previsiones para la cosecha de maíz se ubican en las 50 millones de toneladas, lo que significa que por primera vez desde la campaña 1997/98, la producción del cereal será mayor a la de oleaginosa. Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario estima que la cosecha de maíz alcanzaría las 51 millones de toneladas, mientras que la de soja dejará 50,7 millones de toneladas. Más allá de las diferencias entre las estimaciones, la mayor producción de maíz sobre la soja se explica por cuestiones climáticas y por el costo-beneficio de ambos cultivos. 

Cobertura de Tipo de Cambio

Rofex y Tasas Implícitas. En el mercado de valores futuros, las cotizaciones del dólar registraron leves bajas respecto al cierre de la semana pasada. La curva muestra una caída promedio del 0,36%, con junio que terminó en $70.45, y para diciembre de 2020 se negoció un dólar futuro a $88.79. En el mismo sentido, vemos que la curva de las tasas implícitas se mantuvo casi sin cambios salvo en la primera y última posición, que registraron leves subas respecto al viernes anterior.  

(Ver gráficos “Cotización Futuros en Rofex” y “Tasas Implícitas”).

Conclusiones.

El panorama económico argentino es incierto. Nadie sabe qué sucederá con la deuda y cuáles serán los efectos reales de la pandemia y la cuarentena. En primer lugar, si bien la prórroga en las negociaciones de la deuda transmitió cierta tranquilidad porque, a pesar de que el Gobierno y los acreedores se mostraron firmes en mantener sus propuestas, la extensión demuestra que ambas partes apuntan llegar a un acuerdo. A mediados de la semana pasada, luego de que las tensiones en las negociaciones aumentarán, los activos argentinos sufrieron importantes pérdidas por la creciente posibilidad de un default. Esto es un claro ejemplo de lo que podría suceder en caso de que Argentina no llegue a un acuerdo, uno de los tantos efectos negativos. Como venimos mencionando en las últimas semanas, evitar el default es el primer paso para que el país pueda empezar a pensar en una recuperación económica. En la actualidad, en un contexto de incertidumbre por lo que sucederá con la pandemia, se hace difícil pensar en el día después pero no podemos olvidar que antes de la crisis del coronavirus, Argentina ya se encontraba en recesión, la cual se profundizó enormemente.  

También la semana pasada estuvo muy cargada por la controvertida medida de “expropiar” la cerealera Vicentin. Más allá de cómo se defina este asunto, agregar complejidad al entorno actual, lamentablemente no ayuda. En un contexto de emergencia económica dada por la pandemia, la recesión, la negociación del canje de la deuda pública, etc., agregar un elemento que podría implicar un mayor gasto del Estado, es a priori, complicado. 

Ojalá que el gobierno logre empezar a despejar las dudas de cara al futuro, para empezar a ver la luz al final del túnel.