Síntesis:

  • Las ganancias de Wall Street estuvieron impulsadas por las esperanzas sobre los posibles avances de una vacuna contra el coronavirus y la reapertura económica de la mayoría de los estados de EE. UU que buscan mitigar los efectos de la pandemia.
  • Los precios de los futuros de julio del petróleo registraron su cuarta semana consecutiva de recuperación.
  • Las medidas impuestas por el Banco Central surtieron efecto en el mercado cambio, en el cual los tipos de cambio implícitos retrocedieron hasta un 7% durante la semana.
  • El dólar contado con liquidación se hundió un 6,1% en la semana para finalizar a $113.92, mientras que el dólar MEP retrocedió un 7,1% a $109,53, con lo que las brechas con la cotización oficial terminaron en 67,1% y 60,6%.
  • A nivel regional, el real brasileño acumuló una ganancia semanal superior al 5% a $5,50 tras las promesas del Banco Central de intervenir el mercado cambiario de ser necesario.
  • La extensión en el plazo de las negociaciones para la reestructuración de la deuda impulsó subas de hasta un 7,6% en las acciones argentinas en Wall Street y los bonos en dólares.
  • El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) se desplomó un 11,5% interanual en marzo, el mes en el que empezó la cuarentena obligatoria (los últimos 10 días).
  • El Gobierno decidió prorrogar la negociación con los tenedores de la deuda externa hasta el 02 de junio.
  • Ante la incertidumbre que existe en el mercado cambiario, con brechas mayores al 50% entre las variantes del dólar y el tipo de cambio oficial, el volumen de operaciones en el mercado de futuros aumentó.

Contexto Internacional

Wall Street. La bolsa estadounidense terminó la semana con un tono mixto, aunque en el balance semanal acumuló una suba promedio del 3% en sus principales índices. Las ganancias estuvieron impulsadas por las esperanzas sobre los posibles avances de una vacuna contra el coronavirus, especialmente del laboratorio Moderna, y la reapertura económica de la mayoría de los estados de EEUU que buscan mitigar los efectos de la pandemia. Paralelamente, las tensiones entre Estados Unidos y China se han incrementado en los últimos días antes las acusaciones del presidente estadounidense al país asiático de no haber sido capaz de controlar la plaga del coronavirus. En este sentido, la decisión del Gobierno chino de imponer una ley de seguridad nacional que “recorta las libertades ciudadanas” en Hong Kong, provocó un fuerte rechazo de la población china, y podría ser un nuevo foco de tensión entre ambos países. 

    

Petróleo. Los precios de los futuros de julio del petróleo registraron su cuarta semana consecutiva de recuperación. Por un lado, el barril del crudo Brent finalizó la semana con una caída del 2,3% a u$d 35,24, aunque en el conjunto semanal subió un 8,5%. En lo que va del 2020, el precio del crudo europeo pierde un 46% de su valor. A su vez, los futuros del West Texas retrocedieron un 1,3% el viernes hasta los u$d 33,5 por barril, pero avanzó un 14% respecto al viernes anterior. Así, el crudo estadounidense pierde un 45% desde enero.

Mercado de Cambios Local

Tipo de Cambio. Las medidas impuestas por el Banco Central surtieron efecto en el mercado cambiario, en el cual los tipos de cambio implícitos retrocedieron hasta un 7% durante la semana. Asimismo, las bajas se produjeron luego de que, el viernes, el Ministerio de Economía oficializó la extensión hasta el 2 de junio del plazo para la negociación de la deuda. A raíz de esto, el dólar contado con liquidación se hundió un 6,1% en la semana para finalizar a $113.92, con lo que la brecha con la cotización oficial se achicó al 67,1%. A la par, el dólar MEP retrocedió un 7,1% en los últimos cinco días a $109,53, lo que dejó un spread del 60,6%. Por su lado, el dólar blue acumuló una caída cercana al 9% ($12) y terminó a $126, con lo que acumula una suba de $40,50 desde el inicio de la cuarentena obligatoria. Por último, en el mercado oficial, las divisas oficiales registraron récords históricos frente a un exceso de demanda y ante una oferta reducida que provocó nuevas intervenciones de la autoridad monetaria (que acumuló ventas cercanas a u$d 300 millones). 

A nivel regional, el real brasileño acumuló una ganancia semanal superior al 5% a $5,50 tras las promesas del Banco Central de intervenir el mercado cambiario de ser necesario. A su vez, el peso mexicano avanzó un 4,80% para terminar a $22,70, mientras que el peso colombiano también ganó un 4% frente al dólar estadounidense.

 

Bolsa Porteña. La extensión en el plazo de las negociaciones para la reestructuración de la deuda impulsó subas de hasta un 7,6% en las acciones argentinas en Wall Street y los bonos en dólares. En primer lugar, los títulos en dólares cerraron con alzas de hasta un 6,3%, mientras que los que cotizan en pesos terminaron con rendimientos mixtos, al mismo tiempo que el riesgo país cerró a la baja a 2.779 puntos básicos. En cuanto a la bolsa porteña, el índice S&P Merval terminó la semana a la baja por las caídas de los tipos de cambio implícitos a pesar de las expectativas por las negociaciones entre el Gobierno y los bonistas. 

 

Panorama Económico Interno

Economía Argentina. El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) se desplomó un 11,5% interanual en marzo, en lo que fue su peor registro desde 2002. Además, la baja mensual desestacionalizada fue de 9,8% (la mayor caída en este indicador desde que comenzó la medición del INDEC). Con estos números, la actividad económica argentina acumula un retroceso de 5,4% en lo que va del 2020. A pesar de que el Gobierno ya comenzó con la (casi nula) flexibilización del aislamiento obligatorio, la economía argentina, que arrastra dos años de recesión, sufrió los efectos de haber estado paralizada durante un tercio del mes. De esta manera, tanto el Gobierno como los analistas privados ya descuentan que el dato de abril será mucho peor. 

Deuda. El Gobierno decidió prorrogar la negociación con los tenedores de la deuda externa hasta el 02 de junio. Si bien las negociaciones se encuentran encaminadas, tanto las autoridades y los bonistas coincidieron que se necesita más tiempo para llegar a un acuerdo. Vale recordar que, el viernes pasado vencía el período original dispuesto por las autoridades como fecha límite para alcanzar un acuerdo con los bonistas. Desde el Gobierno argentino se mostraron “optimistas y confiados” en cuanto a la marcha de la renegociación de la deuda externa, aunque volvieron a remarcar que no someterán a la Argentina a compromisos que no se puedan cumplir.  Por su lado, un grupo de bonistas reconoció que el país está intentando llegar a un acuerdo. Sin embargo, advirtieron que “las acciones hablan más que las palabras”, es decir, exigieron avances concretos de las autoridades para mejorar su oferta. Entre las diferencias centrales del acuerdo se encuentra el período de gracia y los intereses acumulados en ese lapso. Los bonistas presentaron un año de espera, frente a los 3 que aspira el Gobierno, y el pago de intereses contra el canje de títulos, mientras que Argentina pretende no efectuar desembolsos hasta el 2023. 

Argentina entró en “default selectivo” al no pagar los vencimientos por u$d 500 millones el viernes pasado. No obstante, la extensión de los plazos le permitirá seguir negociando con los acreedores para evitar entrar en cesación de pagos. En este sentido, el Gobierno deberá presentar una propuesta más atractiva que la anterior

Cobertura de Tipo de Cambio

Rofex y Tasas Implícitas. En el mercado de valores futuros, las cotizaciones del dólar mostraron una baja promedio del 0,24% respecto al viernes anterior. Al finalizar la semana, se operaron u$d 423 millones en el mercado del ROFEX. Los plazos cortos quedaron por debajo del cierre de la semana anterior (para fines de mayo terminó a $68,54), mientras que a partir de octubre se muestra una leve recuperación, donde las subas fueron mayores al 0,50% en promedio. Ante la incertidumbre que existe en el mercado cambiario, con brechas mayores al 50% entre las variantes del dólar y el tipo de cambio oficial, el volumen de operaciones en el mercado de futuros aumentó, lo que demuestra que el mercado se está resguardando sobre una posible nueva devaluación del peso argentino. 

Por su lado, las tasas implícitas cayeron en promedio unos 450 puntos básicos en las primeras posiciones, y luego muestran una recuperación en los meses más lejanos, para finalizar en valores cercanos a la semana anterior en torno a 47%.

Conclusiones

La cuarentena obligatoria continúa. Las negociaciones por la deuda aún no terminaron y seguimos esperando a si entramos en default o no. La economía argentina se adentra en una de sus peores crisis de la historia. Hoy en día, la incertidumbre respecto al futuro es, como casi siempre, la protagonista de la Argentina. 

El gobierno decidió extender, una vez más, el aislamiento obligatorio en el AMBA a raíz de un fuerte aumento de los casos. En esta oportunidad, las autoridades parecieron más conscientes sobre la importancia de no dejar de lado la economía, aunque al final decidieron seguir en el mismo camino, que según dicen, es el necesario para cuidar la salud. A contramano del mundo, en donde la mayoría de los países están enfocados en elaborar un plan para poder ir reabriendo la economía lo antes posible para reducir los efectos negativos de la pandemia, Alberto Fernández dejó en claro que “la cuarentena va a durar lo que tenga que durar”. En marzo, con solo 10 días de aislamiento obligatorio, la actividad económica se contrajo un 11,5%, lo que hace suponer que el dato de abril puede ser mucho peor y los efectos reales de la cuarentena en la economía pueden ser extremadamente negativos.

En cuanto a la reestructuración de la deuda, la extensión del plazo aumentó las expectativas sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo y evitar el 9no default en la historia argentina. En los próximos días, el gobierno deberá presentar una oferta que se acerque a las pretensiones de los acreedores privados, y esperemos que no mantenga su postura inicial, que logró tan solo un 20% de adhesión. Evitar el default sería una noticia muy positiva de cara al futuro de la economía argentina, que transita una de sus peores crisis de la historia.